Algo más que atender llamadas de emergencia

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Recibimos hace unos días un aviso en el que un camionero búlgaro, que se halla indispuesto en su vehículo, ha llamado al 1-1-2 de Bulgaria, y desde allí, el 1-1-2 de Bulgaria ha llamado al 1-1-2 de Valencia, que nos transfiere la llamada a Castilla y León.

El 1-1-2 de Bulgaria solo sabe que el paciente está a las afueras de Palencia, y nos facilita unas coordenadas y el teléfono del afectado. Tratamos de hablar con el conductor, pero no responde al teléfono. Comprobamos la ubicación, pero las coordenadas resultan no ser válidas.

Nuestros supervisores de turno, Chus y Javier, localizan y contactan entonces con un teléfono para emergencias de la embajada española en Bulgaria, y le solicitamos que el 1-1-2 de Bulgaria llame directamente a nuestro centro de emergencias para intentar ponernos en comunicación con la persona que requiere asistencia.

Pasados unos minutos, se establece una conferencia entre el camionero -que solo habla ruso y búlgaro-, el 1-1-2 de Bulgaria y la supervisora, quien habla en inglés con el 1-1-2 de Bulgaria, que a su vez traduce en búlgaro al camionero, para tratar de obtener la ubicación del camionero. Tan solo es capaz de dar como referencia una gasolinera en cuyo letrero se lee International Diesel Service. Se le pregunta qué ve a su alrededor (el nombre de una calle, una empresa, un edificio singular…) y nombra una empresa de transportes.

Al mismo tiempo que habla con él, la supervisora Chus realiza una búsqueda en Google Maps y logramos con esos dos datos, por fin, ubicar al camionero en una calle de Villamuriel de Cerrato, efectivamente a las afueras de Palencia.

Gracias al compromiso y la iniciativa del personal de gestión de llamadas del 1-1-2 Castilla y León, se consigue finalmente comunicar la localización exacta a los servicios de emergencias (Emergencias Sanitarias, Guardia Civil y Policía Local) y que el camionero reciba la asistencia requerida.